Mi excursión por IRLANDA

Los que me conocen ya sabían las ganas que tenía de visitar Irlanda. Soñaba con sus paisajes, sus muchísimas catedrales y sus calles que se plasman en cada una de las canciones de The Script. Soñaba con callejear por sus barrios y tomar café sin parar para alejar al frío. Soñaba con Irlanda hasta que me decidí a ir a visitar a mi amiga Ana a Limerick y aprovechar para hacer una pequeña ruta por el país.

Así, empecé mi viaje el 20 de noviembre tomando un avión desde Barcelona hasta el aeropuerto de Dublín, donde pasaría todo el día hasta subirme a un bus que me llevara hasta Limerick por la noche. 

Mi visita empezó en O'Connell Street, la principal arteria de la ciudad. Allí tomé el tranvía dirección a la cárcel de Kilmainham, un escenario de película donde a los visitantes se nos permite  conocer la parte más oscura de la historia de Irlanda. De camino a allí me topé con el sorprendente Museo Irlandés de Arte Moderno. 

The Spire, en O'Connell Street

Museo Irlandés de Arte Moderno

Cárcel de Kilmainham



Una vez finalizada la visita regresé al centro de Dublín caminando y aproveché para visitar la Fábrica de Guinness, visita que, según todas las guías de viaje, es obligatoria. 




Lo único malo de mi visita a la ciudad fue lo pronto que se fue el sol, así que la zona más céntrica la disfruté mientras anochecía. Con café en mano pude ver los últimos rayos de luz reflejados en el río Liffey y el edificio de estilo neoclásico Custom House.


Una vez allí empecé a callejear por el centro de la ciudad hasta llegar a la universidad más antigua de Irlanda: Trinity College. 


El famosísimo pub "The Temple Bar"





Trinity College


Al salir de la universidad me perdí por las tiendas de la comercial Grafton Street, donde compré algunas postales.


Estatua de Molly Malone, la prostituta más famosa de Dublín
Aquí acabó mi visita a Dublín y empezaban mis dos horas y media hasta Limerick, al oeste de la República de Irlanda.

A la mañana siguiente Ana y yo madrugamos para coger a tiempo el autobús que nos llevaría hasta la universidad de Limerick, donde tomaríamos un bus hacia Galway, una de las ciudades con más color del Mundo. 

Amanecer en Limerick



El autobús nos dejó justo en la puerta de la catedral de Galway, una de las más bonitas que he visitado. Al salir nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, tomamos un café para llevar mejor el frío y paseamos por sus calles, ya con decoraciones navideñas y diferentes mercadillos que animaban el ambiente. 

Cada paso que daba me recordaba a una de mis canciones favoritas:  https://www.youtube.com/watch?v=h87Gc3XLR18










Arco español




Fish & Chips
Otra vez en Limerick cenamos en el pub más bonito: The Lock, a las orillas del río Shannon. 



A la mañana siguiente, ya con maleta a cuestas, visitamos el centro de Limerick, su puente, sus iglesias y su Milk Market









¡Muchísimas gracias por acompañarme a visitar Irlanda, Ana!

Ha sido una aventura genial. 

https://www.youtube.com/watch?v=W_hw8r2MWXo

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