ESPOT y paradas en el camino


Y llenamos el coche de maletas, agua, abrigos y ganas de pasar un fin de semana inolvidable en Espot. Allí pasaríamos unos días llenos de aventuras y rodeados de naturaleza.

Después de algunas horas de viaje, decidimos hacer nuestra primera para en La Seu d'Urgell. Allí dimos un pequeño paseo y visitamos su centro histórico.





Un poquito más adelante, decidimos hacer una parada para reponer fuerzas en el precioso pueblo de Sort. Comimos en un restaurante muy original donde todos los platos tenían nombre cantantes o grupos de música. Nos sirvieron muy bien y todo estaba buenísimo.





Al acabar de comer, dimos un paseo y visitamos un poco el pueblo. Además, aprovechamos para comprar números de lotería que nos había encargado la familia... Si toca, toca en la Bruixa d'Or, donde también colgamos nuestros deseos en el árbol que hay justo delante del local.













Continuamos nuestro viaje e hicimos otra parada en Llavorsí. Carlos y yo ya habíamos ido de pequeños, así que nos trajo muchos recuerdos volver allí. Merendamos en la Plaza Biuse y visitamos cada rincón de unos de los pueblo más bonitos de Catalunya. 









Una media hora más tarde llegamos a nuestro destino. Desde un primer momento ya nos dimos cuenta de que éramos de los pocos turistas del lugar. Por lo que pudimos saber, los hoteles se llenan de visitantes durante el verano y el invierno, pero por estas fechas es raro encontrate a alguien que visite el pueblo. Fuimos directos a dejar las maltas en el precioso hotel que habíamos reservado:  Els Encantats. La decoración, el trato y las vistas desde la habitacíón lo convirtieron desde nuestra llegada en un lugar mágico.






Aprovechamos para descansar un poco, dimos un paseo por Espot y más tarde cenamos en uno de los restaurantes donde, con seguridad, hacen las pizzas más ricas del mundo. 




Día 2:

Para nuestros segundo día en Espot teníamos preparada una excursión a El Parc Nacional d'Aigüestortes. Justo en frente del hotel teníamos la parada de los jeeps que nos llevarían hasta el Llac de Sant Maurici, lugar donde empezaría nuestra ruta. El trayecto en jeep nos costó unos 10 euros ( ida y vuelta) y ese fue el inicio de nuestra aventura. Nunca olvidaremos lo mucho que andamos ese día ni lo maravillosa que fue la excursión. Las vistas eran inmejorables y la sensación de tranquilidad que sentíamos allí era inmensa.














Cogimos el jeep de vuelta a las 13.00h y comimos en otro de los restaurantes de Espot ("Cabana de Espot"). Más tarde descansamos en el hotel y a las 17-00h fuimos a reservar mesa en el restaurante donde cenamos la noche anterior para ver el Mardid- Barça.


Finalmente, cenamos unas torradas riquísimas en otro de los restaurantes del pueblo. 

Día 3: 

Abandonamos el hotel bien temprano y desayunamos en la panadería donde hacen las pastas más ricas de todo el Pirineo. 



Dejamos atrás Espot a las 10.00h, pero nos negábamos a volver a casa, de modo que planeamos una visita exprés a Cardona. Llegamos allí al mediodía y pudimos disfrutar de su castillo y de sus calles adornadas y llenas de gente debido a la Festa del Bolet. Nos costó mucho encontrar un lugar donde comer ( todos los restaurantes eran demasiado caros para lo que estábamos dispuestos a gastar) de modo que nos decantamos por comer unos bocadillos en un bar cercano al Castillo. 








Nunca olvidaré lo rápido que ha pasado este fin de semana, pero siempre guardaré en mi corazón cada minuto vivido y cada paisaje que tuvimos la oportunidad de observar. 

Gracias por ser mi compañero de viaje y de vida. Te quiero.  


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